lunes, 22 de abril de 2013

Acceso al archivo de huellas y cuadernos de votación es vital para la oposición


Las reuniones técnicas de la próxima semana definirán el verdadero alcance de la decisión del CNE de ampliar la verificación ciudadana hasta 46% de las mesas que no fueron auditadas el domingo 14 de a abril.  Por ahora, este anuncio no despejado las interrogantes sobre dos puntos técnicos básicos de la solicitud presentada por Henrique Capriles Radonski: acceso pleno a los cuadernos de votación y al archivo de incidencias de huellas del Sistema de Autenticación Integrado (SAI).

Según explicó la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, se acordó "en el marco de lo permitido en la norma electoral, ampliar la auditoría de verificación ciudadana en su fase dos para realizar la auditoría sobre el 46% de las cajas de resguardo que no fueron  auditadas el día de la elección".

Si solo se toma esta parte de  la declaración de Lucena como lo hicieron varios de los representantes del PSUV en la noche del viernes se podría interpretar que la verificación está circunscrita a las cajas de resguardo de los comprobantes de voto. No obstante, desde el Comando Simón Bolívar se asegura que se la decisión implica replicar en el 46% de las mesas que no fueron auditadas el domingo 14 de abril  el proceso de verificación ciudadana.

Según el Manual de Funcionamiento de las Mesa de Votación la verificación ciudadana es el método "para comprobar la precisión del sistema automatizado, a través de la correspondencia entre los comprobantes de voto contenidos en la caja de resguardo y los datos reflejados en el Acta de Escrutinio, así como el número de votantes y observaciones reflejadas en el Acta de Escrutinio (ver infografía anexa en la cual se detalla los elementos a verificar).

Ampliar este procedimiento será la próxima disputa técnica que se producirá entre la oposición, el CNE y el PSUV.

Si se aplica taxativamente lo establecido en la norma, entonces los técnicos de la oposición solo podrán verificar que el número de personas que firmaron el cuaderno de votación se corresponde con los datos de las actas de escrutinio y el total de comprobantes de voto que fueron depositados en las cajas de resguardo.

No obstante, para que la oposición puede sustentar sus denuncias necesita un acceso más amplio a los cuadernos.

Al menos 12 mil mesas

46% de las máquinas de votación equivale a 17.949 mesas en las que debería contrastarse actas de escrutinio,  cuadernos y comprobantes. ¿Por qué Capriles Radonski se refirió sólo a 12 mil mesas? La decisión anunciada por el CNE implica tomar diariamente durante un mes muestras aleatorias diarias de, al menos,  400 mesas. En líneas generales no serán auditadas 46% de las mesas restantes, sino la cantidad que alcance los técnicos a revisar en 30 días. Los técnicos del Comando Simón Bolívar confían en que sean, al menos, 12 mil mesas de votación.


La huellas son indispensables

Entre las peticiones técnicas realizadas por la oposición al CNE se encuentran cinco elementos asociados, directa e indirectamente al Sistema de Autenticación Integrado (SAI).

El jueves la oposición reiteró la exigencia de acceder a los registros de los estatus, mesa por mesa, correspondientes a la autenticación biométrica de los electores.

Sin esta información la oposición confrontará muchas dificultades para poder demostrar las denuncias sobre voto doble, usurpación de identidad y voto de fallecidos. No obstante, esta no es una petición nueva de la oposición. Es un punto de honor desde la elección presidencial del 7 de octubre de 2012; sin embargo tampoco es nueva la reiterada negativa del CNE a facilitar esta información, aunque públicamente Lucena se ha comprometido a entregarla.

En los dos últimos procesos, aunque existía el compromiso de entregar el archivo de no duplicidad de huellas, el CNE terminó negando esta información. Para la elección presidencial del 14 de abril, la presienta del CNE incluyó entre los avances técnicos de la elección el compromiso de facilitar los reportes del SAI a los comando de campaña. A la fecha no se ha cumplido con lo pactado.

La necesidad de conocer el reporte de incidencia del SAI comenzaron semanas antes de la elección presidencial del 7 de octubre de 2012, después que en la auditoría preliminar al archivo de impresiones dactilares de los 18.802.648 electores que debían emplear las captahuellas, se descubriera que 1,5 millones carecían de huellas registradas en el CNE.

Para la elección presidencial del 14 de abril el CNE aseguró haber disminuido la cantidad de electores sin huellas registradas. Sus informes preliminares indican que lograron recabar 1.025.000 huellas que faltaban, lo que equivale a 68% de las impresiones dactilares que no se encontraban en la base de datos para la elección presidencial del 7 de octubre de 2012.

Esto significa que para el comicio sobrevenido del 14 de abril solo 475 mil personas, 2,52% de electores de las que  debían autenticarse biométricamente antes de votar, aún no tenían sus huellas registradas. Para la presidencial del  7 de octubre esta cifra equivalía a 7,97% del total de votantes.

No obstante, a pesar de esta información los técnicos de la oposición mantienen sus dudas razonables sobre el voto doble y la usurpación de identidad, especialmente porque el SAI, aunque impide que una persona sufrague  dos veces en la mesa de votación asignada, no logra evitar que una persona sufrague varias veces en mesas distintas.

Esto explica la necesidad de los técnicos del Comando Simón Bolívar para auditar el reporte de incidencias que genera el Sistema de Autenticación integrado.

Con el reporte de incidencias biométrico los técnicos de la oposición estarían en capacidad de precisar: 1) cuántas personas sin huellas registradas ejercieron el voto en la elección presidencial 2) Conocer cuántos electores sufragaron o intentaron hacerlo en más de una ocasión 3) Cuántas personas aparecen votando en los cuadernos de votación, pero no se autenticaron en el site (usurpación de identidad).

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