La representación proporcional es una constante del sistema electoral venezolano. En los últimos 50 años se han aprobado 15 leyes electorales distintas. En ellas se consagró el principio de permitir que todas las organizaciones políticas tuviesen opciones de acceder a las posiciones de poder, esto significa que los partidos deben estar representados de la manera más equitativa posible según el número de votos que obtienen.
No obstante, el proyecto de Ley de Procesos Electorales (LPE) que discute la Asamblea Nacional puede modificar este concepto para consagrar la sobrerrepresentación de las mayorías como norma del sistema electoral. La representación proporcional está garantizada en los ar-tículos 186 y 293 de la Constitución Nacional.
Sin embargo, este principio se ha desconocido desde el año 2000 cuando el partido Convergencia ideó un método para burlar la distribución proporcional de las cargos. En las elecciones de ese año en el estado Yaracuy, Convergencia logró que sus candidatos ganaron cuatro de las cinco curules de la entidad a la Asamblea Nacional obteniendo apenas 43% de los votos. El chavismo inmediatamente tomó nota de este invento y lo perfeccionó. Popularmente a este método se le conoce como "las morochas" y consiste en desvincular el voto tipo lista del nominal. Según la legislación electoral venezolana -aún vigente- los cargos nominales que obtiene un partido deben restarse de los cargos tipo lista que se adjudiquen a la misma organización.
Para burlar la ley, los partidos deciden postular sólo candidatos tipo lista, mientras su candidatos nominales se inscriben en otras tarjetas. El efecto práctico de este método es el siguiente: para las elecciones regionales del año 2004 los candidatos de la oposición obtuvieron 34% de los cargos, cuando en realidad les correspondían 56% de los puestos de elección popular.
En las elecciones locales del año 2005, los candidatos tipo lista del oficialismo se postularon en la tarjeta del MVR y los nominales en la tarjeta de la Unidad de Vencedores Electorales, lo que provocó que el chavismo obtuviera 61% de los cargos a pesar de sólo capitalizar 36,8% de los votos. Además, en las últimas elecciones regionales el chavismo logró arrebatar a la oposición el control del parlamento de los estado Carabobo y Táchira por el efecto de las morochas. Teóricamente las morochas perderían su efecto si se obliga a un partido político que postule candidato tipo lista a también postular candidatos nominales.
Esta recomendación fue acogida por el CNE y se incluyó en el proyecto de LPE. No obstante en la norma que discute la Asamblea Nacional no se establece el alcance de la aplicación del método D'Hondt, omisión que sectorializa la representación proporcional sólo al voto lista, además se elimina el mecanismo "correctivo" de descuento de los diputados nominales al número máximo que les corresponde según la lista.
Al eliminar este descuento ya no es necesario emplear la fórmula de las morochas, porque en la práctica se cambia el método de adjudicación de cargos. Si se aprueba el proyecto de LPE en estos términos se desconocería el sistema de distribución proporcional para instaurar un sistema de mayorías parlamentarias, en donde un solo partido capitaliza cargos que le corresponden a las organizaciones minoritarias para garantizar la conformación de gobiernos sin oposición en el Parlamento.
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