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viernes, 20 de junio de 2008

Italia es la favorita, pero...

Aclaremos varios puntos: Mi viejo era español y de él heredé el amor por el fútbol y por el Real Madrid. De él también me queda un sospechoso juicio crítico para mis equipos, sospechoso porque se supone que la irracionalidad y el amor por los colores son los argumentos que deberían sustentar los análisis deportivos. Este no es el caso. Me gustaría sin duda alguna que España ganara, pero las estadísticas están a favor de Italia.
Cuando mi viejo nació –en el mes de febrero de 1926- se cumplían ya seis años de la última victoria oficial de España sobre Italia (en los juegos Olímpicos de 1920) Mi viejo (Albertazo para casi todos) se me fue hace un mes y en sus 82 años nunca pudo ver que su selección le ganara al catenacio italiano en partidos trascendentales.
Entre amistosos y encuentros oficiales España e Italia se han enfrentado en 27 ocasiones. La furia ha ganado en ocho ocasiones, los azurri han hecho lo propio en nueve encuentros y los restantes diez juegos culminaron en empates. El problema con estas estadísticas es que las ocho victorias de España tuvieron como escenarios partidos amistosos. A la fecha la roja sólo puede presumir de haber empatado –sin goles- con los azurri en la fase de grupos de la Eurocopa de 1980.
Cuando se habla de un España-Italia es inevitable no recordar el Mundial de EEUU 94. El clamoroso fallo de Julio Salinas ante Pagliuca o la expulsión que le perdonaron a Tassoti, a pesar de haberle partido la nariz a Luís Enrique. Y uno recuerda ese partido porque –a pesar de Salinas, a pesar de Javier Clemente y a pesar del árbitro- España estuvo cerca, no sólo de vencer a Italia, sino de alcanzar su tope histórico de clasificación en la fase final de un Mundial.
No obstante todo no juega a favor de Italia. Aunque tiene cuatro Mundiales –sólo los supera Brasil con cinco títulos- en Europa su teórica supremacía se reduce a un solo título, emparejándola en el ranking con Rusia, República Checa, Dinamarca, Gracia y la propia España.
Si la furia española debe avergonzarse porque tiene 88 años sin ganar en un partido oficial a Italia, los trasalpinos no se quedan atrás, porque ostentan en su record continental 40 años sin ganar la Eurocopa.
Este partido de cuartos de final no sólo se limita a las estadísticas. En el terreno se enfrentarán los dos mejores porteros del mundo: Iker Casillas y Bufón. En mi concepto Casillas es mejor porque no juega arropado por un sistema defensivo blindado como lo hace el italiano, no obstante este punto es muy discutible. Habría que ver a Casillas en la Juventud y a Bufón en el Real Madrid para poder comprobar esta hipótesis.
Al analizar el juego no debería olvidarse la peligrosa simetría entre la evolución de España en esta Eurocopa con su desenvolvimiento en el último Mundial, en el que empezó metiéndole cuatro goles a Ucrania, después le ganó en un suspiro a Túnez y empleó a los suplentes para ganarle a Arabia. Pleno de tres victorias hasta que llegó Francia (finalista) para hacer buena la sabiduría popular: “jugamos como nunca y perdimos como siempre”.
La única diferencia entre la España del Mundial y la selección de la Eurocopa tiene nombre y apellido: Raúl González. Definitivamente su ausencia beneficia a la selección en una medida proporcional a la forma en que la perjudicó en el mundial (Aclaro, soy fanático del Real Madrid, no de Raúl)
Por el contrario Italia –que recuperó a Del Piero- se medirá a la roja sin tres de sus referentes: Cannavaro que definitivamente es un jugador distinto en la selección al que se suele ver en los campos españoles y especialmente Andrea Pirlo y Gennaro Gattuso, dos bajas que deben afectar el rendimiento del mediocampo italiano.
Resumiendo: Las estadísticas benefician a Italia porque España tiene 88 años sin ganarle en competencia oficial. En la portería los equipos están parejos, aunque España podría tener una leve ventaja. En la defensa Italia (aún sin Cannavaro) es mejor por la línea que forman Grosso, Materazzi, Barzagi y Zambrota; el mediocampo (por la ausencia de Pirlo y Gattusso) está parejo; el partido terminará desequilibrándose por el trabajo de creación y recuperación que se imponga entre los tridentes conformados por Di Natale, De Rossi, Camoranesi y Xavi, Xavi Alonso e Iniesta. La única línea del campo en la que España tiene teórica superioridad es la delantera, la dupla Torres, Villa es muy superior al trabajo solitario de Toni.
Italia es favorita pero…aspiro a que gane España, total las estadísticas existen para romperse.

Un comentario final. Escribo este texto mientras Alemania derrota a Portugal. Un partido que hace buena la frase que siempre me repetía mi viejo: “Carajito, como diría Lineker, el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania”

emartinez@movistar.ve.blackberry.com

martes, 17 de junio de 2008

No es la Naranja Mecánica...

Apenas comienza la Eurocopa -este artículo se escribe mientras Francia y Holanda dirimen su futuro en el Grupo C-, no obstante ya se pueden extraer algunas conclusiones, o en todo caso, evitar que se generan matrices de opinión equivocadas. La Holanda de Van Vasten, a pesar de su histórica victoria ante Italia no es La Naranja Mecánica -como muchos analistas aseguran- y los azzurri, a pesar de sufrir la peor derrota de los últimos 25 años, no son tan malos como aparentaron en su debut, aunque la generación que dirige Donadoni muestra signos evidentes de estar en declive.
Marcarle tres goles a la campeona del mundo no está al alcance de cualquier equipo y si la campeona es la selección italiana, mucho menos. Holanda lo logró. Le clavó tres goles a Bufón -uno en claro fuera de juego- y perdonó en dos ocasiones más. Sin embargo, el juego desplegado dista mucho del practicado por la selección holandesa en los mundiales de 1974 y 1978. Hay que entender que el concepto de La Naranja Mecánica no está atado a los resultados, porque se puede perder jugando maravillosamente bien, como le sucedió a los tulipanes, o como experimentó Brasil en el mundial de España 82.
El fútbol que dio origen al calificativo de La Naranja Mecánica fue producto de un movimiento constante de jugadores por el terreno de juego, al intercambio de posiciones y a prolongadas posesiones de balón. La Holanda de Van Vasten -para el fútbol fue lamentable que se tuviese que retirar como jugador de forma prematura- tiene un concepto más dinámico, más vertical, que antepone en muchas posiciones a jugadores físicos y no técnicos, complementados por individualidades desequilibrantes como Van der Vaart y Sneijder.
En conclusión esta Holanda -si patenta el concepto exhibido en contra de Italia- se puede convertir en una de las selecciones mejor equilibradas de la historia, pero muy distante del concepto de fútbol total que se pudo observar en la década de los años setenta. Esta es la Holanda del desmarque y el remate, no la del fútbol total. Decía Arrigo Sacchi que los sistemas los hacen buenos los jugadores y en honor a la verdad no hay jugadores en el mundo para emular a La Naranja Mecánica y la forma en que planteaba los encuentros y la posesión del balón.
Los jugadores que dominaron la alineación de Holanda son del Hamburgo (Alemania), que actuaron en detrimento de los convocados del Ajax y del PSV Eindhoven, los únicos equipos del mundo que en realidad han entendido -en algún momento- el concepto de fútbol total capitaneado por Johan Cruff.
En el análisis de la exhibición holandesa hay que considerar además que Italia ayudó mucho a los 11 de Van Vasten a funcionar como una máquina, más que como La Naranja Mecánica. La ausencia de Cannavaro, a pesar de sus discretas actuaciones con el Real Madrid, fue vital en este encuentro, especialmente en la generación de espacios sin marcadores, en la pérdida de agresividad y especialmente en la ausencia de anticipación.
Un argumento similar se puede emplear en el caso de España. Hay que esperar el segundo y el tercer encuentro del equipo de Luís Aragonés para comprender si ésta es una selección campeona o la exhibición de marcarle cuatro goles a Rusia fue sólo un espejismo de esos que terminan en la sempiterna frase de la prensa deportiva española: "Jugamos como nunca y perdimos como siempre".
Un comentario final para Croacia. No por ganarle a Alemania, que obviando a Ballack y Podolski es un equipo muy limitado, sino por demostrar que, aunque pasan las generaciones, sigue siendo el Brasil de Europa.
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