En rueda de prensa la presidenta del Poder Electoral Tibisay Lucena explicó que el CNE tiene digitalizadas 16.843.542 de huellas dactilares. No obstante, aunque aseguró que sólo faltan por incluirse en la base de datos del CNE 1.247.297 impresiones dactilares, esta cifra podría ser mayor considerando que las estimaciones de los técnicos de la Comisión de Registro Civil y Electoral aseguran que el padrón de votantes para la elección presidencial podría ser de -aproximadamente- 19 millones de electores.
Aunque en las últimas elecciones sólo 49% de los electores inscritos debían identificarse biómetricamente antes de votar -específicamente en los estados Anzoátegui, Apure, Carabobo, Miranda, Lara, Táchira, Zulia y en el Distrito Capital- a partir de la elección presidencial del 7 de octubre el uso de captahuellas será obligatorio para cada ciudadano que acuda a votar.
Lucena ratificó que en los casos en que la identificación biométrica no sea posible el ciudadano podrá sufragar, previo llenado de una planilla de regularización de datos.
A la fecha el CNE vislumbra cinco escenarios distintos después que un elector se identifique con su huella dactilar: 1) Autenticación Válida. 2) Autenticación que no coincide con los registros del CNE. 3) Elector sin huellas dactilares registradas . 4) Información insuficiente en el dedo del elector (huellas o capturas de baja calidad). 5) Elector con discapacidad.
Si la identificación es válida el elector continuará con el proceso de votación. No obstante, en los escenarios 2, 3, 4 y 5 los electores deberán rellenar la referida planilla de regularización -aún sujeta a cambios- antes de votar
Lucena explicó que este sábado se realizarán las últimas pruebas técnicas -incluyendo análisis de flujo de electores y el sistema de circulación de cola- para dirimir la estructura definitiva que tendrán las mesas de votación; incluyendo, entre otros aspectos, si el cuaderno de votación físico se colocará como primer o último paso en el proceso de votación.
Cuando culmine este análisis se someterá a consideración de los técnicos de los partidos políticos los cambios implementados. Además se explicará el conjunto de nuevas auditorias que deben efectuarse al sistema de votación.
Lucena precisó que en esta oportunidad se realizarán dos simulacros nacionales -en los meses de julio y agosto- para que los electores se familiaricen con las captahuellas.
¿El SAI viola el secreto del voto? Lucena aseguró que la confianza en que no se viola el secreto del voto no es un acto de fe, sino producto del resultado de todas las auditorias realizadas al sistema de votación.
"Estuve tentada a decir algo pero no lo hice -indicó Lucena- No existe en este continente ningún sistema electoral que sea más seguro y auditado".
"La mayoría de las elecciones en EEUU son manuales y las que son automatizadas, no son auditadas -recordó Lucena- las elecciones manuales no son garantía de nada. En esas elecciones, quedaron entredicho los resultados del año 2000". EM
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